miércoles, 20 de junio de 2007

ASTROLOGÍA...BUEN NEGOCIO

Los astrólogos y futurólogos se han
vuelto más populares que nunca, a pesar de su naturaleza tan poco científica. Que
se alimentan de una profunda necesidad de la gente por adivinar el futuro, parece
axiomático. El reciente documento sobre el New Age de los pontificios consejos
para la cultura y el diálogo interreligioso observaba: «Se ha dicho, con gran acierto,
que muchas personas en estos tiempos flota entre la certeza y la incertidumbre,
especialmente en cuestiones relacionadas con su propia identidad».
Muchos periódicos y revistas, incluso algunos que aspiran a una cierta seriedad,
publican horóscopos. Y toda una pléyade de líneas calientes de teléfono y páginas
webs ofrecen revelar, por un precio, en más detalle lo que viene a continuación.
Un reportaje del 8 de febrero del Telegraph de Londres contaba que sólo en Moscú
hay «decenas de miles» místicos que ofrecen tratamientos New Age, rituales
chamánicos y servicios de futurología. Aunque estuvieron prohibidas bajo el
comunismo, estas prácticas han florecido desde la caída del antiguo régimen.
El Telegraph citaba estadísticas del ministerio de salud rusa que demuestran que en
el 2001 había más de 300.000 magos, videntes, futurólogos, brujas y hechiceros
registrados en el país. Se estima que hoy en día el número alcanza cerca del medio
millón.
Viktor Makarov, presidente de la Liga Rusa de Profesionales Psicoterapeutas, que
está llevando a cabo un estudio oficial sobre los negocios de la magia, concluía que
la mitad de quienes la practican eran falsos y otra cuarta parte mentalmente
enfermos.
El futuro, por 4.99 dólares el minuto.
Investigaciones recientes subrayan la naturaleza fraudulenta del negocio de la
adivinación. En Estados Unidos, una investigación de la Comisión Federal de
Comercio (FTC) obligó a los operadores de la línea caliente psíquica Miss Cleo a
cancelar 500 millones de dólares en cuentas de los clientes, informó el 14 de
noviembre Associated Press. Las autoridades federales encausaron a dos empresas
de Fort Lauderdale, Florida, por la estafa a quienes llamaban por prometerles
visiones místicas sobre amor y dinero gracias a una red nacional de lectores
psíquicos.
Tras la sentencia, las empresas deben pagar una multa de 5 millones de dólares,
poner fin a la recogida de dinero de los clientes que han llamado al servicio, y
perdonar cerca de 500 millones de dólares en pagos adicionales. El servicio también
debe devolver a los clientes todos los cheques no cobrados.
Howard Beales, director de la oficina de protección al consumidor del FTC, afirmaba
que durante tres años de operaciones el servicio cargó a la gente cerca de 1.000
millones de dólares y recogió la mitad de dicha cantidad. El negocio de servicios se
redujo acusadamente en los últimos años a consecuencia de un pleito del FTC y
actualmente se ha derrumbado, afirmaba Beales.
El FTC afirmaba que el servicio psíquico prometía una lectura libre, pero los clientes
llamaban a un número gratuito del que eran dirigidos a otro número que les
cargaba 4.99 dólares por minuto. La agencia afirma que cerca de 6 millones de
personas hicieron este tipo de llamadas y se les cargó a cuenta una media de 60
dólares.
El fraude también abunda en Italia. El periódico Il Messaggero del 28 de diciembre
afirmaba que hay en el país cerca de 22.000 magos y futurólogos registrados. Ocho
millones de italianos, cerca del 15% de la población, admite haber consultado un
astrólogo al menos una vez, afirmaba el periódico. Otras estimaciones van más
allá. El entusiasmo en Italia es tal que incluso la página web del organismo de
propiedad estatal que regula la electricidad, ENEL, tiene una sección que ofrece
horóscopos, junto a un surtido de información New Age.
El último informe sobre prácticas mágicas y esotéricas en Italia, publicado por una
línea telefónica gubernamental dedicada a recibir quejas, habla de 7.500 quejas de
fraude durante el año pasado, informaba el 1 de noviembre Il Giornale. El año
pasado también hubo arrestos de algunos futurólogos acusados de fraude.
Lunáticos
No falta la evidencia sobre la falta de fiabilidad científica de las predicciones
astrológicas. Por ejemplo, la página web del Comité para la Investigación Científica
de Pretensiones de lo Paranormal tiene un artículo de James Rotton, profesor de
Psicología en la Universidad Internacional de Florida, sobre la luna y sus efectos.
Rotton analiza el libro «How the Moon Affects You» de Arnold L. Lieber. El libro
expone la teoría de que, dado que la luna causa las mareas oceánicas, y el 80% del
cuerpo humano es agua, la fuerza gravitacional de la luna también causa mareas
en el cuerpo humano.
Rotton cita un estudio del astrónomo George O. Abell, que precisaba que la fuerza
gravitacional de la luna sobre una persona era menor que el peso de un mosquito.
Dos de los colegas de Rotton, Roger Culver y Roger Ianna, han calculado que la
«influencia» de la luna era menor que la ejercida por la pared de seis pulgadas de
anchura de un edificio.
Como ejemplo de las técnicas malabares usadas en el libro, Rotton observa que la
edición revisada del mismo de 1996 informa de que ha habido «al menos 43
estudios basados en datos» desde la publicación del original de 1978. Lieber afirma
que «la revisión crítica de los hallazgos documentados revela lo siguiente: los
hallazgos positivos y negativos se hallan prácticamente divididos en igual
cantidad». De hecho, observa Rotton, la mayoría de los estudios no han logrado
sacar nada que se asemeje a un apoyo a la hipótesis lunar.
En el tema de las estrellas, la página web de la Sociedad Astronómica del Pacífico
contiene una útil página titulada «Su Kit de Defensa Astrológica», por Andrew
Fraknoi. La sociedad fue fundada en 1889 por un grupo de astrónomos y es ahora
la mayor sociedad astronómica del mundo.
Aparecen columnas astrológicas en más de 1.200 periódicos sólo en los Estados
Unidos, observa la página web de Franknoi. Las columnas te dicen que puedes
aprender algo sobre tu día leyendo las referencias de un signo del zodiaco. ¿Pero
cuáles son las probabilidades de que cientos de millones de personas a lo largo de
mundo tengan todas la misma clase de día?
Otra objeción tiene que ver con el uso de la fecha de nacimiento para hablar del
futuro de una persona. Mientras en el pasado el momento del nacimiento se
consideraba un momento crítico, hoy entendemos que el nacimiento es la
culminación de nueve meses de desarrollo constante dentro de la matriz, observa
Franknoi. ¿Cómo es que el potencial horóscopo de un bebé permanece inhibido
antes del nacimiento simplemente porque el niño está en la matriz?
Y volviéndonos a la evidencia astronómica, muchos de los que creen en astrología,
observa Franknoi, insisten en que hay que tener en cuenta la influencia de todos los
grandes cuerpos del sistema solar –incluyendo, presumiblemente, los planetas más
exteriores como Urano, Neptuno y Plutón. Pero estos planetas no fueron
descubiertos hasta 1781, 1846 y 1930, respectivamente. Si éste es el caso,
pregunta, ¿qué ocurre con los astrólogos que declaran que su arte ha estado
haciendo predicciones exactas durante siglos?
Otro escollo astronómico para los astrólogos es que los horóscopos se desarrollaron
en tiempos en que un sistema planetario que tenía como centro a la tierra era
considerado como un hecho celestial. De ahí que la importancia de Marte en un
horóscopo sea idéntica sin importar si el planeta está al mismo lado del Sol que la
Tierra o, al otro lado, siete veces más lejos. Una fuerza que no dependa de la
distancia sería un descubrimiento revolucionario para la ciencia, comenta Franknoi.
También observa que muchos astrólogos insisten que el signo solar de una persona
está estrechamente relacionado con su elección de profesión. De hecho, el
asesoramiento laboral es una importante función de la astrología moderna. Con
todo, Franknoi cita una investigación del físico John McGervey de la Universidad
Case Western Reserve, que ha contemplado biografías y fechas de nacimiento de
6.000 políticos y 17.000 científicos. El objeto era ver si los miembros de estas
profesiones se reunirían alrededor de ciertos signos, como predicen los astrólogos.
Por el contrario, MacGervey encontró que los signos de ambos grupos se distribuían
totalmente al azar.
El Catecismo de la Iglesia Católica, No. 2116, establece rotundamente: «Todas las
formas de adivinación deben rechazarse». Horóscopos, astrología y otras formas de
ver el futuro «están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor
amoroso, que debemos solamente a Dios». Además pueden afectar al bolsillo.

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